¡FELICES 78! Alonso Rosado Sánchez: GUERRERO DE LA LUZ…

Hoy 17 de Marzo 2019 celebramos el Cumpleaños 78 de Sensei Alonso Rosado Sánchez, Editor Fundador de Revista Katana. Mucho se puede escribir acerca de su contribución al pensamiento humanista y su difusión de los valores inherentes a las Artes Marciales en diversos foros a lo largo de 6 décadas, pero he decidido compartir con ustedes el texto que redacté acerca de su trayectoria y que acompañó su Portada en revista Katana a finales del año 2018. En esta presentación he actualizado algunas fechas a 11 años de distancia y revisado un poco la puntuación.  El texto presenta datos de la vida y trayectoria de Sensei Alonso Rosado Sánchez que ayudarán a tener una mejor idea de sus inicios en el Arte Marcial y su singular visión del Ser Humano y el Universo.

Gracias Por Todo: Ayer, Hoy y Siempre…

Alonso Rosado Franco REVISTA KATANA

Alonso Rosado Sánchez: GUERRERO de la LUZ…

Conforme caminábamos mi padre y yo por el bosque sagrado de Kumano aquella tarde del 11 de Octubre (año 2008 para quienes lleguen a leer estas líneas en los años por venir) una serie de recuerdos y sensaciones impactaron mi mente y mi alma… allí estaba yo, recorriendo con mi Maestro de toda la vida algunos de los parajes en los que el legendario O’ Sensei, Morihei Ueshiba, practicaba sus rituales sagrados de comunión con la naturales y también sus técnicas de lo que posteriormente sería conocido en el mundo entero como Aikido. La magia del lugar, el verdor de los árboles y el estar rodeado de amigos de la comunidad de las Artes Marciales de México y de colegas del mundo entero me hicieron reflexionar en el regalo del universo que estaba recibiendo al compartir un momento de este calibre con la persona con quien inician mis primeros recuerdos. Nunca sabré a cabalidad que edad tendría, pero recuerdo vívidamente a mi papá vestido de judogui (uniforme de Judo) jugando conmigo a barrerme, lanzarme al aire para luego cacharme y ponerme de espaldas para hacerme cosquillas y de nuevo otra catapultada, nuevamente de espaldas… Ese fue mi destino desde el día 0: nacer, crecer y vivir las artes marciales en todo momento, seguramente como un Karma que gané en alguna misteriosa lotería del Infinito, ya que de la mano de mi papá pude tratar a cuanto personaje de las artes marciales soñé con conocer, tanto de México como del Mundo entero, incluyendo personalidades notables del mundo de la filosofía y el esoterismo.

Karate, Judo , Ju Jitsu y posteriormente Aikido y Han Mu Do han sido algunos de los sistemas de Artes Marciales que  mi papá ha compartido conmigo y que pese a encontrarme muy lejos de dominarlos he aprendido a respetar profundamente como parte de mi herencia y es que hablar de mi padre es hablar de un Maestro de tiempo completo, con una inagotable capacidad y vocación de enseñanza que predica fundamentalmente con el ejemplo en lo que al Do o camino de vida se refiere.

Habiendo hecho patente todo lo anterior intentaré dar una semblanza de mi padre en relación a cuatro facetas predominantes en su personalidad.

EL IDEALISTA

De nombre Alonso de Jesús Rosado Sánchez, mi padre nació en la Isla de Cozumel, Quintana Roo, el 17 de Marzo de 1941, hijo de Edna Sánchez y Gonzalo Iturralde, siendo mi abuela maestra de primaria y mi abuelo Juez de Paz.

Rodeado de Mar y Arena en un contexto paradisiaco muchísimo antes de que estas latitudes se vieran invadidas por el turismo, Alonso Rosado creció en contacto con la naturaleza. Tenia una mente sumamente sensible e imaginativa que se nutría con los relatos bíblicos y fábulas clásicas que le eran relatados por su padre, una persona sumamente culta y que había sido pastor protestante en su juventud.

Aderezando sus fantasías infantiles, estuvieron siempre a su lado Tarzán, El Fantasma, Mandrake, el Capitan Marvel (hoy conocido comoShazam), El Llanero Solitario, Superman y, por supuesto, los Halcones Negros, héroes todos ellos de las historietas que leía incansablemente una y otra vez y que representaban invariablemente un prototipo de personalidades con gran fuerza de voluntad, sentido del sacrificio y destrezas extraordinarias puestas al servicio de los necesitados, de los débiles, del prójimo… Habiendo aprendido a leer a muy temprana edad, la lectura de estas historietas eran aderezadas con sendas revistas de Selecciones del Reader’s Digest (y libros condenados de esta editorial) que le obsequiaba su madre. En sus páginas él devoraba las biografías de personajes famosos, de empresarios y líderes de la Segunda Guerra Mundial, un tema que con los años se volvería uno de sus favoritos, así como de guerreros ancestrales y filósofos. Por si fuera poco, mi padre inundó su mente con un alud de literatura clásica (algo que repetiría conmigo muchos años después). Con vocación para el dibujo, el niño Alonso ilustraba cuadernos enteros con escenas de batallas de todo tipo, que tenían como constante la redención de la humanidad y su salvación mediante el sacrificio de Superhombres que aceptaban ese destino con estoicismo. Con el paso de los años estas ideas evolucionaron con la lectura de los grandes filósofos de la Grecia Antigua, así como de India y Europa, aunados al estudio de tratados de esoterismo y práctica del Yoga, dando lugar a una visión del universo y el mundo que habitamos donde el humanismo es el eje de las enseñanzas que de él hemos recibido todos sus alumnos.

El Guerrero

Como ya lo mencioné anteriormente, una de las historietas favoritas de Alonso Rosado S. era “Los Halcones Negros”, la cual trataba sobre las aventuras de un escuadrón paramilitar conformado por un norteamericano, un holandés, un francés, un inglés y un ayudante chino (posteriormente habrían más integrantes en el grupo) quienes, vestidos a la usanza de los aliados en la II Guerra Mundial combatían, utilizando sofisticadas técnicas mano a mano y tecnología de punta, a los tiranos y opresores del mundo entero dondequiera que se encontraran.

Haciendo muñecos de trapo de tamaño real, vestidos con camisa y pantalón, el niño Alonso recreaba las técnicas de los Halcones Negros, del Fantasma y de Flash Gordon, lanzando por los aires a su singular compañero de prácticas y prometiéndose que un día, cuando fuera más grande, aprendería de un maestro esas poderosas y secretas técnicas del Oriente.

Fue en 1953 cuando sus padres tomaron la decisión de que Alonso Rosado debería mudarse al Distrito Federal para continuar sus estudios, siendo esta una de las únicas opciones viables por aquel entonces, para seguir una vida académica. Fue así que de la mano de su madre llegó a la capital, en donde todo era contrastante; mientras en Cozumel la naturaleza era lo cotidiano, aquí la selva era de concreto y la realidad otra completamente. Los Súper Héroes de las Historietas se transformaron aquí en luchadores enmascarados de la talla de Tarzán López, El Cavernario Galindo, El Médico Asesino y, por supuestoSanto y Blue Demon, en lo que es considerada la Edad de Oro de la Lucha Libre, afición en la que fue iniciado por su hermano Gonzalo. Fue precisamente él quien lo llevó a presenciar una clase en pleno centro histórico de la Ciudad de México, de una singular técnica de Defensa Personal llamada Jiu Jitsu, que impartía en la Calle de Belisario Domínguez el legendario Maestro Daniel Hernández. Todavía era muy chico para ingresar a una clase general, pero Alonso quedó impactado por la contundencia de las proyecciones y esta imagen lo acompaño durante varios años, durante los cuales incursionó en la pintura, impartida en la Escuela Esmeralda, asó como en el fisicoculturismo, deporte en el que su dedicación y desarrollo de proporciones fuertes y armoniosas fueron sus rasgos distintivos, lo que lo llevó a ser instructor de esta disciplina en uno de los mejores gimnasios de ese entonces. Paralelamente, profundizando en la lectura de los filósofos griegos, trabó contacto con centros de Práctica de Yoga y comenzó a destacar en esta disciplina por su flexibilidad y físico poderoso, además de darse a notar por las dotes de orador que heredó de su padre, imprimiéndole su sello personal matizado de idealismo y un profundo humanismo que proclamaba el advenimiento de lo que él y varios esotéricos denominaban el Superhombre. Fue entonces cuando logró cumplir su sueño de inscribirse en la escuela de Judo y Jiu Jitsu del Maestro Daniel Hernández, siendo este su primer contacto formal con las artes marciales y la escuela donde obtuvo su primera cinta negra en el año de 1960 y donde posteriormente comenzaría a impartir clase de estas disciplinas. Por esta misma época conoció en los circuitos de Yoga que frecuentaba a Elsa Martha Franco, con quien contrajo matrimonio en 1962. Recién casados se mudaron a la Ciudad de Monterrey, ciudad donde escuchó hablar del Gran Maestro Tarow T. Hayashi que radicaba en el Paso Texas, EUA. Con quien se dirigió para continuar sus estudios en Artes Marciales. Entre ambos nació una amistad y un respeto a toda prueba conforme Alonso Rosado se adentró en la práctica del Judo y del Karate, técnica que había conocido por primera vez en la Escuela del Maestro Hernández por clases que tomó allá con el Maestro Antonio Márquez López y el Maestro Ángel Márquez.

Guiado por el Maestro Tarow T. Hayashi, quien era fundador de la Escuela Bujutsu Kan en los Estados Unidos y fungía como Ranger en la Ciudad del Paso, Texas. De regreso en México, Alonso Rosado y Elsa Martha tuvieron a su hijo Alonso Rosado Franco y decidieron mudarse a Guadalajara para abrir una escuela de Judo, Karate y Yoga en el año de 1966. Fue siguiendo una encrucijada del destino que Alonso Rosado, pese al gran éxito que tenía con su escuela y sus clases en Guadalajara, decidió volver a la Ciudad de México y entrenar Aikido, arte marcial eminentemente filosófico creado por el Gran Maestro Morihei Ueshiba y que estaba entrando a México de la mano del Shihan Miguel Moreno Segura en la Colonia del Valle a principios de la década de los 70’s. El linaje continúa hasta el día de hoy de la mano de Shihan Michael Moreno, de quien recibió grado de Cinta Negra 6to Dan en el año 2018.

Sensei Alonso también ha incursionado en el Sistema Han Mu Do, creado por el Dr. He Young Kimm con quien le une también una gran amistad y de quien recibió en el mes de Noviembre del año 2017 el grado de Cinta Negra 4to Dan.

En el Año 2017 Sensei Alonso Rosado Sánchez fue reconocido por World Personal Martial Arts Federation, que preside en Noruega Soke Nils Erik Volden, con el Título de Gran Maestro en Budo con el Grado de Cinta Roja 9º Dan en virtud de sus aportaciones y difusión de los Valores del Arte Marcial.

Otras dos personalidades con las que tiene una amistad especial son los Maestros Dai Won Moon, introductor del Taekwondo en México y Jeff Speakman, actor de cine y Leyenda del Kenpo Americano creado por Ed Parker.

FILÓSOFO Y EDUCADOR

Su Fe en la nobleza inherente en la Humanidad, ha sido una constante en su ideología, toda vez que el eje de su visión del ser humano es la de que se trata de una especie que, pese a todos sus vicios, flaquezas, instintos primarios y apetitos, continua evolucionando y perfeccionándose hasta que en un futuro no tan lejano, surja de entre nosotros el Superhombre, conceptualizado en términos de seres humanos evolucionados, con una espiritualidad a toda prueba, con un sentido ético y de ayuda al prójimo inquebrantables, donde prejuicios raciales e ideológicos estén erradicados por completo y donde la búsqueda del progreso individual y colectivo son el máximo ideal. Para lograr el advenimiento del Superhombre, él sostiene que no se admiten flaquezas ni medias tintas, que es necesario preparar la mente y el cuerpo a través de técnicas de meditación, lectura y estudio continuo, mediante una vida libre de vicios de cualquier índole, ejercicio constante y una dieta saludable (no consume carne animal, café o alcohol, al igual que su esposa desde hace más de 60 años) esta visión de Alonso Rosado Sánchez es la que impulsa su trabajo como educador marcial, ya sea en el Dojo, sobre el tatami o fuera de él, en los discursos que dirige a la comunidad de las Artes Marciales o en sus escritos y Videos en Revista Katana (versiones impresa y electrónica), preconizando la responsabilidad que tenemos todos quienes nos dedicamos a la enseñanza, sin importar nuestro grado o la disciplina que practiquemos, de difundir las disciplinas del Do como vehículos de perfeccionamiento y como portales a través de los cuales un día transitará el Superhombre, ese cuyos pasos alcancé a escuchar delante de nosotros aquella tarde de Septiembre al lado de mi padre (hace ya 10 años), el idealista, el filósofo y educador, por las singulares veredas del mágico bosque de Kumano…

Alonso Rosado Sánchez es Licenciado en Derecho por la UNAM. Dirige la Organización de Aikido, Judo y Artes Marciales Hermanas: Yuuwa Sokushin Kyokai.