Los Profesores de Artes Marciales en México ¿Podemos Hacer la Diferencia?

Gustavo Sanciprian, Amigo de Revista Katana. Multimedallista y experto en Educación Física

“No hay más que una educación, y es el ejemplo”

MAHLER

Muchos mexicanos que somos adultos, ciudadanos comunes que trabajamos y tenemos distintas responsabilidades, estamos preocupados por la situación económica, social y política que vive México, sobre todo cuando pensamos en nuestros hijos y su porvenir.

El que esto escribe tiene por fortuna una de las profesiones más nobles y más satisfactorias; la de ser maestro, pero hoy en día en este país es una actividad poco reconocida, poco valorada y muy denigrada; la figura del profesor en México ha venido a menos en los últimos años.

A principios del siglo XX el profesor que se dedicaba a la niñez era un factor de cambio social, un promotor del conocimiento, del desarrollo, un formador de personalidades y guía , junto con el sacerdote marcaban la pauta para la formación de valores morales en la familia mexicana.

En los años 50-60s- la figura del profesor tuvo una transformación hacia la especialización y de ahí se dividieron las tareas en la enseñanza (kínder, primaria, secundaria y preparatoria). En esa época surgen los primeros profesores de artes marciales en México que normalmente eran practicantes, que a fuerza de constancia y disciplina lograron su cinta negra , aprendieron habilidades y destrezas, pero sobre todo actitudes que comenzaron a transmitir a las primeras generaciones de alumnos.

Pero lo que verdaderamente se les impregno en su manera de ser y de vivir, fueron los valores que absorbieron casi de manera inconsciente de sus primeros maestros venidos del oriente.

Ya que el único método de enseñanza que aplicaban ellos era “ el ejemplo “ es decir todo lo que enseñaban, lo dominaban, todo lo que decían , lo hacían, vivían realmente comprometidos con los preceptos que enseñaban.

Este efectivo método de enseñanza (el del ejemplo) se ha vuelto poco importante en las nuevas generaciones de profesores mexicanos de artes marciales.

Esta puede ser una sencilla y breve explicación de lo que estamos viviendo en nuestro México, en lo económico, lo social y lo político ; cuando no se tiene un buen ejemplo de vida ni en los profesores , ni en los padres, ni en los políticos, se cae en la cultura del mínimo esfuerzo ,en la tentación de lo fácil ,en la comodidad del placer y así se entiende porque no hay buenos hábitos en los niños para preservar su salud, si la mayoría de los adultos tienen sobrepeso u obesidad, son sedentarios, no cuidan su alimentacion y encima estos niños se dan cuenta que en esta sociedad la simulación y el engaño son factores importantes para progresar.

Nos hace falta más personajes que sean ejemplos de vida y los que si son, reconocerlos, valorarlos y promoverlos.

Un ser humano ejemplar no es una persona sin errores o sin defectos, simplemente sabe de lo importante que son valores fundamentales como la constancia , la disciplina , el esfuerzo personal , el respeto , la verdad y entiende que la salud es una condición fundamental para vivir una vida plena.

– Se cuida de los excesos

– Se alimenta con calidad y mesura.

– Sabe de la importancia del descanso.

– Entiende por qué y para que mantenerse en forma.

– Promueve y aprovecha su tiempo libre.

– Es productivo en su trabajo.

– Es creativo.

– Conoce sus talentos personales, los perfecciona y los desarrolla.

Desde mediados de los años 70s una de las figuras más influyentes en la niñez mexicana, somos los profesores de artes marciales. No desperdiciemos la oportunidad que tenemos de seguir influyendo y trascendiendo en lasgeneraciones de niños y jóvenes que a cada uno de nosotros nos tocó enseñar, volvamos a dar valor al “ ejemplo “y seamos eso ; ejemplo de vida. Regresemos a dar valor a la cinta negra y que nuestra forma de hablar, de ejecutar una técnica, de tirar una patada se vea lo que se logró con disciplina, con constancia y con esfuerzo.

Cada Dan logrado en nuestra carrera debe aportarnos nuevos conocimientos, mejores conductas.

No incrementemos nuestros grados de cinta negra solo porque ya nos aprendimos la forma que corresponde o porque ya pasaron los años que marca el reglamento pare ser segundo o tercer dan, seamos mejores exponentes de nuestro arte marcial.

En México se practica un Taekwondo como los mejores del mundo; pongamos el ejemplo.

GUSTAVO SANCIPRIAN MARROQUIN

C.N. 8vo Dan Taekwondo, Lic. Educación Física